Anita
Valencia Angulo, mujer afrodescendiente que se gana la vida expendiendo
alimentos en el sector del Nuevo Muisne, o El Relleno como otros lo conocen, no
se ha dejado vencer por los fuertes movimientos telúricos que se han presentado
en la zona sur de la provincia de Esmeraldas.
Ella
como cada día está presta a hacer degustar los paladares de quienes visitan su
modesto puesto de venta de comida, situado al extremo derecho del terminal
donde arriban los vehículos provenientes de diversos rincones del País.
Ella con
rostro desconcertado lamentó las fuertes afectaciones que han sufrido sus
coterráneos, desde su parecer familias de escasos recursos económicos que
trabajaron durante muchos años para construir una vivienda, y que por cosas del
destino ahora la han perdido, como resultado lamentable hoy se encuentran en
albergues y refugios temporales dijo la humilde mujer.
Frágil
Anita comentó
que también resultó afectada en el terremoto del 16 A, pues una de las
estructuras de madera que sostiene su vivienda ubicada en el sector de Pueblo
Nuevo, quedó frágil tras el evento sísmico de 7.8 grados en la escala de
Richter.
La mujer
de sonrisa amplia reconoció que Muisne es un cantón con fuertes limitaciones
económicas, que gran parte de su población vive de la pesca, pero a raíz del
desastre natural muchos pescadores artesanales han tenido que ir a parar a los
albergues, porque sus casas quedaron reducidas a escombros, otros que siguen
desafiando el mar, comentan que las faenas generan una débil producción.
Agregó
que dos de sus hijos quedaron en la calle, sus casas se cayeron, pero ella les
ha brindado un espacio en su vivienda, Anita dijo vivir en Pueblo Nuevo, sector
donde se encuentran dos albergues, en más de una ocasión confesó haber sido
testigo de la falta de alimentos, donde permanecen los damnificados a la espera
de las ayudas humanitarias.
Electrodomésticos
La
fémina emprendedora expresó que con el primer evento adverso perdió una
refrigeradora, televisores, y demás electrodomésticos, pero destacó que aun
conserva lo más preciado, su vida y la de los suyos, con quienes labora a
diario en su humilde puesto de comida, esfuerzo conjunto que ponen en practica
para salir adelante.
Añadió que
el terremoto del 16 A, la obligó a dejar de trabajar por 18 días consecutivos,
“Ese tiempo mi familia y yo sobrevivimos comiendo guineo, saboreando un
delicioso huevo criollo de gallina, nosotros somos del campo, no tenemos
problemas, más la ayuda que recibíamos de personas caritativas, nos hemos
logrado sobreponer y estamos listos y litas para seguir esforzándonos día a
día.
“Gracias
a quienes nos ayudaron con agua, arroz, y demás productos de primera necesidad,
estuvimos varios días en calidad de refugiados, creemos que lo más difícil ya
pasó, mejores días vendrán para Muisne”, dijo Anita con voz esperanzadora.
Retomó
La
entendida en el aspecto culinario, después de la para obligada en sus labores,
ha retornado a preparar los alimentos y atender a sus clientes, a quien los
consiente hasta las 15H00 con sus exquisitos almuerzos.
Anita
fue la única expendedora de alimentos en el Nuevo Muisne que no se retiró después
del fuerte movimiento telúrico de 6.8 grados de magnitud en la escala de
Richter, suscitado el pasado miércoles a las 11H46, “Ese día no me fui, pese a
que mis compañeras que venden comida corrieron por el temor de lo que les
podría pasar, mis ventas se incrementaron, atendí hasta las 18H00, vendí todo
lo que había preparado, y hasta faltó comida”.
Ella
dijo que desafió el miércoles anterior después del evento adverso, porque
deposita su fe en Jesucristo, “A el le pido que proteja ami familia, que multiplique las ventas en mi
negocio, esta es nuestra fuente de sobrevivencia, gracias a el vivimos” dijo
Anita.
COCINANDO. Anita Valencia
Angulo, se gana la vida cocinando alimentos en sector del Nuevo Muisne, o El
Relleno, su amabilidad y la de su equipo de trabajo atrae a los clientes
muisneños y a quienes visitan el sureño Cantón.
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