jueves, 9 de junio de 2016

Sismos causaron destrozos en recinto Puerto Nuevo

Me enredé con el toldo, en mi desesperación por querer salir me caí, me fracture la mano, todo a oscuras, cuando quise encender el foco la energía ya se había ido, que angustia, fueron las expresiones textuales de Edita Basurto Álava, moradora del recinto Puerto Nuevo, en la parroquia San Gregorio, al sur del cantón Muisne y provincia de Esmeraldas.

La mujer que hasta ahora permanece asustada, y quien perdió el pasado 16 de abril su vivienda, dijo que desde esa fecha su vida se ha convertido en una pesadilla, narró que el terremoto del 16 A, se encontraba al interior de su vivienda, situada al filo de la vía que conduce a la parroquia San José de Chamanga, cuando sintieron el terremoto decidieron correr, mientras observaban como se desplomaba el balcón de la que fue su vivienda.

Comentó que los salvó probablemente de morir o de recibir severas lesiones fue una rama, la que estaba en la parte externa de la vivienda, expresó que junto a su esposo quedaron atrapados por la estructura de hormigón, de la cual minutos después pudieron salir.

En otra casa

Esto obligó a la pareja de adultos mayores hacer uso de una vivienda contigua de una planta, donde ahora han trasladado la pequeña tienda que venía prestando sus servicios en la casa que colapsó.

Edita refirió que desde los sismos del pasado miércoles de 6.8 grados en la escala de Richeter, teme que la losa de la vivienda donde han instalado la tienda, les caiga, por tal razón solo permanecen durante el día en el lugar, en la noche duermen en una área donde criaban cerdos, pues en esa pequeña infraestructura dicen sentirme más seguros.  

Agregó que producto de los recientes movimientos telúricos tiene sus rodillas lastimadas, la mano fracturada, “Yo no pienso continuar aquí, apelo a la sensibilidad de las autoridades en que nos ayuden con una casita, algo que esté habitable, donde uno pueda descansar con tranquilidad”.

No hay tranquilidad

En cambio su esposo Walter Verduga Zambrano, considera que lo que están viviendo es difícil, el dijo que desde el 16 de abril del presente año ya no pueden estar tranquilos, “La vivienda principal la perdimos, ahora estamos haciendo uso de otra, Dios permita que esta no la perdamos”.


Comentó que lo más importante es que tienen vida, pese a que confesó sentirse adolorido por los fracturas que sufrió con el terremoto del 16 A, “Me duele la espalda, cadera, y tobillo, pero no nos hemos quedado de brazos cruzados, decidimos continuar” comentó don Walter. 

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